Considerada como una de las mejores películas románticas del cine, George Cukor alumbró esta maravillosa película que tiene de todo: amor, feminismo, humor, peli de juicios, contradicciones en los personajes y mucho más. Todo encantador.

Maravillosa comedia y un clásico del extinguido subgénero llamado “comedia sofisticada”, con un divertido y muy bien escrito guion de Ruth Gordon y Garson Kaniny, que mantiene la atención y el buen ánimo todo el tiempo.

Por supuesto, una inolvidable interpretación de la pareja de Katharine Hepburn y Spencer Tracy, en una historia que toca de lleno, como su título indica, la “guerra de los sexos”, pero con un alegre humor, sonrisas e ingenio como elementos principales.

A la vez que es una aguda sátira de la falsa tolerancia machista, es también amable con sus planteamientos, siempre con la alegría y la buena onda como banderas. Un clásico, como dice Kehr, por la “conjunción de la astuta apatía de Tracy y la estridencia de Hepburn”, que, además, son todo un ejemplo de química en el cine.

Desde luego, muchas feminazis actuales, que tan mala baba se gastan, deberían ver esta peli para moderar un poco sus impulsos y malas palabras y también, en ocasiones, sus conductas en explosivas y en cortocircuito contra los hombres. Para declarar la frase del filme: ¡VIVA LA DIFERENCIA!

El resultado final es una secuencia de sucesos y acontecimientos tiernos y cómicos muy agradable para los sentidos y beneficiosos para el ánimo.