El inicio es fulminante. No lo cuento aunque propiamente no sería spoiler. Pero te atrapa desde el principio.
Luego, un guión preciso y sin nada superfluo va delineando a los personajes, fundamentalmente cuatro: el veterano campeón de rodeo, dos mujeres que no te digo y el malo, que lo sabemos desde el minuto tres, porque no se trata de adivinar al asesino, sino de presentar un personaje complejo y desquiciado, muy bien interpretado por Christopher Abbot.
Todo en una sugerente Alaska, con buena música y fotografía.
Todo tan bien contado que se me hizo corta y hubiera estado mucho más tiempo con este drama rural, que te mantiene en tensión.
No fiarse de ese 5, 8. El 7 está más que merecido.