A diferencia del insigne Boyero, cuyas líneas sobre esta película se leen en FA, me han gustado las dos primeras partes, en 1999 y en 2014, y me ha defraudado la tercera, en 2025. Esta parece otra película sobre un joven desarraigado de su cultura china. A lado de las dos primeras partes resulta un pegote, en el que nos introduce una inverosímil historia de amor entre un casi aún adolescente y una mujer que podría ser su madre. Que todo es posible, claro, pero desentona con el planteamiento inicial de la película y con su desarrollo.
También me ha defraudado que no se nos diga cómo sigue la historia del más pobre de los pretendientes de Tao, un personaje muy interesante al que se deja en mitad del camino. Y, a propósito, la crítica al capitalismo chino, encarnada en el otro pretendiente me ha parecido superficial y caricaturesca.
Lo que pasa es que la película está muy bien rodada, con una espléndida fotografía. Además, siempre da gusto de ver a Zhao Tao, una de las mejores actrices a nivel mundial. Sucede que ese cine chino de hoy sigue siendo gustado solo por una minoría.