En una entrevista reciente le preguntaban a Mario Casas cómo había preparado este papel, a lo que él contestaba: "Mucho gimnasio". Pues eso, una película que tenía la sensación de ya haberla visto en algún capítulo de al salir de clase, pero añadiendo un poquito de violencia gratuita completada por unos personajes inverosímiles y facilones. Por quedarme con algo, me quedo con las chicas, tanto por su belleza como por su interpretación, algo superior al nivel medio del film. Tener novia implica comerse este tipo de pasteles.