Durante la década del 80' tres ballenas quedan literalmente encasquetadas en la región de Alaska. Esto conmueve a una voluntaria de Greenpeace que empieza a remover la cuestión en la mass-media. Pero, por ejemplo, el Gobernador admite que el asunto no le va a reportar aparentemente muchos votos -lo que no deja de ser una de sus prioridades-. Tampoco logra -al menos de entrada- mucho espíritu de colaboración de un empresario que podría ayudarla, pero oportunamente fue denunciado por la chica por los daños medioambientales inferidos por su compañía. Es decir, el panorama se presenta más bien negruzco a sus ojos y deberá redoblar sus esfuerzos y hasta quizá deberá lograrse el concurso de los rusos en plena Guerra Fría...Con estos y otros aditamentos argumentales se desenrrolla el film que si bien es heterogéneo en su calidad, un dinamismo no siempre acertado pero que revela buenas intenciones, algunas notas emotivas y un final bien consumado. En definitiva, diría que es una película aceptable que deja una sensación grata. Así con sus más y sus menos, podría considerársela numéricamente con algo más de un 6.