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Ghibliano rating:
9
7.9
26,965
Film noir. Mystery. Thriller
Based on Lionel White's crime novel 'Clean Break'. Johnny Clay (Sterling Hayden) is an ex-con with a plan to steal $2 million from a San Francisco racetrack. He assembles an odd collection of tough guys and moles to participate in the heist. But just as there is no such thing as the perfect murder, there is no such thing as the perfect crime.
Language of the review:
- es
August 1, 2011
9 of 10 users found this review helpful
No me resulta nada fácil clasificar “Atraco perfecto” como una obra de Kubrick. Claro que su cine es de todo menos homogéneo, pero realmente me cuesta ver algo que la relacione con el resto de sus obras. Carece del mensaje crítico y la mala baba de otras (aunque alguna escena interesante hay en ese sentido); el argumento es muy liviano, poco trascendente y de ninguna manera dado a emociones intensas, y ni siquiera la capacidad de evocación visual que tanto abunda en películas posteriores (“2001”, “La naranja mecánica”) parece aquí evolucionada, o como mínimo sin un trato preferencial.
De hecho, la historia que se narra es muy simple. Un grupo de personas se reúne para cometer un atraco y llevan a cabo un plan calculado al milímetro. Eso es todo. Ni siquiera podemos decir que conozcamos las motivaciones de sus personajes más allá de hacerse ricos, no sabemos cuándo se conocieron ni cómo se pusieron de acuerdo, y desde luego la trama no se encarga de profundizar en ellos más allá de ciertos rasgos de personalidad, suficientes para lo que se quiere contar pero desde luego no para llegar a conocer al detalle a los participantes y su entorno.
Pero en parte ahí está el mérito de la película, en no mostrar lo que no interesa. Si bien podríamos echar en falta una cierta introspección en los personajes, en cómo establecieron contacto y trazaron su plan, la narración empieza cuando esto ya es una realidad y va descubriendo la jugada a medida que se desarrolla ante nuestros ojos. En ese sentido, sorprende la meticulosidad del guión, que no revela nunca más de lo que tiene que revelar y guarda siempre un as en la manga.
De esta manera, podría decirse que su mejor baza es sacar petróleo de esta sencillez para maximizar la implicación del espectador, de forma que éste no tenga más remedio que dejarse llevar por los acontecimientos. La forma en la que está descrito todo, centrándose en los detalles del plan de una manera casi obsesiva, sí me parece en cierto modo que refleja la actitud perfeccionista de su autor, y tal vez sea éste el único punto de comparación con sus películas posteriores.
Pero dejando de lado estas consideraciones, de lo que no hay duda es de que “Atraco perfecto” es una película extraordinariamente bien contada, que logra mediante sus artimañas narrativas crear una trama sin fisuras (al menos, a primera vista) que atrapa al espectador, le hace partícipe de todo lo que ocurre en todo momento, y eso tiene un mérito tremendo si tenemos en cuenta que estamos ante una historia “mutilada”, en el sentido de que no hay realmente un planteamiento sino que la narración nos pone ya en situación desde el primer instante. Nos dice que tales personajes van a hacer tal cosa, pero el por qué y el cómo no se responden, los deja a la libre interpretación del espectador.
De hecho, la historia que se narra es muy simple. Un grupo de personas se reúne para cometer un atraco y llevan a cabo un plan calculado al milímetro. Eso es todo. Ni siquiera podemos decir que conozcamos las motivaciones de sus personajes más allá de hacerse ricos, no sabemos cuándo se conocieron ni cómo se pusieron de acuerdo, y desde luego la trama no se encarga de profundizar en ellos más allá de ciertos rasgos de personalidad, suficientes para lo que se quiere contar pero desde luego no para llegar a conocer al detalle a los participantes y su entorno.
Pero en parte ahí está el mérito de la película, en no mostrar lo que no interesa. Si bien podríamos echar en falta una cierta introspección en los personajes, en cómo establecieron contacto y trazaron su plan, la narración empieza cuando esto ya es una realidad y va descubriendo la jugada a medida que se desarrolla ante nuestros ojos. En ese sentido, sorprende la meticulosidad del guión, que no revela nunca más de lo que tiene que revelar y guarda siempre un as en la manga.
De esta manera, podría decirse que su mejor baza es sacar petróleo de esta sencillez para maximizar la implicación del espectador, de forma que éste no tenga más remedio que dejarse llevar por los acontecimientos. La forma en la que está descrito todo, centrándose en los detalles del plan de una manera casi obsesiva, sí me parece en cierto modo que refleja la actitud perfeccionista de su autor, y tal vez sea éste el único punto de comparación con sus películas posteriores.
Pero dejando de lado estas consideraciones, de lo que no hay duda es de que “Atraco perfecto” es una película extraordinariamente bien contada, que logra mediante sus artimañas narrativas crear una trama sin fisuras (al menos, a primera vista) que atrapa al espectador, le hace partícipe de todo lo que ocurre en todo momento, y eso tiene un mérito tremendo si tenemos en cuenta que estamos ante una historia “mutilada”, en el sentido de que no hay realmente un planteamiento sino que la narración nos pone ya en situación desde el primer instante. Nos dice que tales personajes van a hacer tal cosa, pero el por qué y el cómo no se responden, los deja a la libre interpretación del espectador.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Con todo, algo de desarrollo de personajes hay en la primera media hora, centrada en buena parte en la difícil relación de George con su esposa, y es ahí donde yo encuentro mis mayores reticencias (tal vez las únicas). Y no es que lo que se cuente esté mal contado, de hecho creo que Sherry borda su papel aprovechándose de la inocencia de su marido, y la propia trama se encarga de hilar esta parte aparentemente externa al argumento principal para que termine teniendo un enorme peso en el desarrollo de los acontecimientos. El problema no está en este caso en cómo se cuenta sino en lo que se cuenta. Y es que, por muy cuidados que estén los diálogos y las reacciones, a mí me parece de una forma o de otra excesivo que una persona pueda llegar a dejarse manipular de esta manera por otra; por decirlo de alguna manera, creo que la relación entre George y Sherry es muy “peliculera”, el uno demasiado calzonazos y la otra demasiado femme fatale. Esto, que probablemente sea una tontería, daña en parte mi implicación en lo que ocurre porque los personajes pasan de ser reconocibles a tener unos rasgos exagerados, en beneficio de la trama sin duda, pero en mi opinión menos naturales.