Entretenidísima película de género. Está muy bien dirigida, tiene buen reparto, y el manejo de la tensión está muy bien llevado. Su problema, como en muchas cintas de este género, es la ausencia total de guion.
Si el espectador reflexiona sobre lo que está viendo, se plantea la premisa o intenta pensar un poco más allá, todo el castillo de naipes se cae irremediablemente. Además, es de esos guiones que están claramente teledirigidos si eres fan del género y todos sus giros los ves venir media hora antes. Aún y así, lo dicho, cumple su función de cine de sobremesa y, porque no decirlo, se pasa en un suspiro.