Bella historia, que se mueve entre la comedia y el drama, en la que a tres hermanos les sucede todo tipo de infortunios. El film, con claras reminiscencias al cine de Tim Burton, está repleto de escenarios oníricos, mansiones góticas y mucha oscuridad, todo ello bajo una estética cuidada al detalle. Jim Carrey realiza una de sus mejores interpretaciones, disfrazándose de varios personajes con una caracterización digna del Oscar a maquillaje. Aunque en principio es una película para niños, el film goza de una profundidad que sólo los adultos sabrán apreciar, pues su argumento se mueve en torno a envidias, traiciones, asesinatos y dinero, pero está contado en clave de cuento de terror infantil y no pierde nunca el sentido del humor y la ironía como referencia principal. En definitiva, una de las pocas películas de las que se puede aseverar, sin temor a equivocarnos, que es para todos los públicos.