Revelo detalles del argumento.

Me suele interesar el cine discursivo pero a este protagonista no le soporto, es un pedante, un creído, y suelta unas chapas impresionantes. Es el minuto 100 de la película, y observo, atónito, que el tostón que le está soltando a la muchacha no parece tener ni fin, ni sentido ni nada. Siempre hace lo mismo, se agarra de un comentario y empieza a largar durante un cuarto de hora lo primero que se le va pasando por la cabeza y que poca relación guarda con lo que había desencadenado el hilo de la conversación. Lo mejor de todo es que ella permanece impávida, (yo diría que en trance) aspirando la misma colilla durante los diez minutos que dura la perorata sin apartar los ojos del entregado locutor. Luego hay un fundido a negro y se produce un cambio de escena, así las tres horas y media.

Algunas conversaciones sí que son más interesantes, te invitan a comparar sus reflexiones con las tuyas, pero no me termina de encandilar debido a que al fin y al cabo lo acaecido en pantalla termina resultando incoherente y forzado (todas esas idas y venidas, cansinas, silenciosas, sin motivo o razón aparente, injustificadas por no hablar del infumable intento de suicidio de Marie, muy ya hacía el final; la que más normal parecía, vaya), los bruscos cambios de humor sin explicación por parte de los integrantes del trío sería una de las razones más pronunciadas de todas por las que no termino de comulgar con lo que esta película me quiere decir.

Si seguimos, volvemos otra vez a él. No hace nada, no tiene dinero, pero bebe copas en bares todos los días, arrasa con el tabaco y no presenta un solo síntoma propio de la precariedad propia de una persona sin ingresos. Lo cierto es que no se puede ser más pelma y engreído que ese tío, primero por la manera que tiene de hablar, con el refinamiento de un conde
británico, por las contestaciones que da, frívolas, muy de señorito que sabe de todo, al que no le impresiona nada y solo quiere lo mejor. Y segundo porque le mantiene una tía que está buenísima, pero él, a riesgo de que le pueda mandar a tomar por culo (pero luego vemos que no, la novia y la amante se hacen hasta amigas) mantiene en sus narices un romance con una tarada polaca que se tira toda la película diciendo lo mucho que le gusta follar (aunque a la cuarta hora de película, rota de dolor e impulsada por su embriaguez, matizaría su discurso alegando que si hubiera amor de por medio sería mucho mejor, fácilmente el mejor monólogo de la cinta). ¿Cuál es por tanto el mensaje que trasciende? Sé como este tío, no hagas nada de provecho, ve de que pasas de todo, manipula a las mujeres porque es lo que las gusta; así sienten que tienen que pelearse por ti y te querrán más y tú pon cara además de que estás insatisfecho todo el rato y ya verás, estarán siempre rendidas a tu voluntad y te repetirán lo bien que follas.

Una tontería, vamos, que ni siquiera tiene emoción o golpes de suspense. Por ejemplo, 'Soñadores', es muy similar a esta en forma pero es una película mucho más agresiva, tiene una doble lectura y altibajos de intensidad. En cambio esta tiene un ritmo narrativo lineal y si la de Bertolucci tiene una fuerte carga política, en esta predominan los diálogos que abordan el sexo de manera directa y sin ningún tipo de pudor, cosa que por otra parte englobaría como uno de los aciertos de esta película. 'Soñadores' se adentra en el hedonismo y esta por lo visto termina queriendo agarrarse al romanticismo, al amor. He leído críticas de los que la alaban y me han gustado más que algunas de las que la critican. Pero independientemente del balance que he dejado escrito arriba leo estas críticas que se entregan a la magia que les produce esta película y veo que no siento lo mismo. Por eso he de desmarcarme.