Bueno, vampirismo, zombis, regeneradores… Hay figuras que no sé ni qué son pero ahí están.

«Hellsing» es un seinen que diré serio, con los habituales cuerpos femeninos esculturales pero con poca o nula dosis de sexo, aunque sí de violencia. Aquí hay sangre a mares y muertes a granel. Tiene una trama única, unos chips que crean vampiros artificiales, a la que se le añaden algunas cosas más para que haya más acción, pero la historia no termina de estar bien cerrada ni explicada.

Está claro que aquí lo importante es el vampiro Alucard, no vamos a engañarnos. Este personajes tiene tirón y carisma, tiene presencia, tiene estilo, es cool. Queremos saber de él, queremos que salga él, queremos que haga él las cosas. Buenísimo lo de los sellos de poder, la bestia Cromwell, sus transformaciones, sus ojos rojos y el rojo de su traje en la noche roja; el diseño destaca que da gusto.

No nos interesa Seren Victoria, lo siento mucho. ¿Puede existir un personaje más estorbo? Lo comprendería como pareja de Alucard, como sierva, como juego de maestro y discípula, pero es que ni eso. Puede intuirse algo, pero más bien es nada. Victoria no tiene ninguna credibilidad, ni como policía, ni como vampiro ni como nada.

Es entretenida y tiene muchas posibilidades, pero va justita.