Inteligente dinamismo por parte de la dirección Iñárritu, devienen en una preciosa obra de arte. Un buen actor lo es por su inmersión en su papel, tal es el caso de DiCaprio, pontifica el cine y la realidad. Expresa de un modo exquisito la situación límite del hombre, la muerte, la guerra, la enfermedad, por mencionar algunas; es así que se manifiesta a través de un camino cuasi-purgativo en y con la naturaleza. DiCaprio representa el deseo y la determinación, frente a toda adversidad. El hombre se vale de su entorno, de su realidad para renacer constantemente, DiCaprio lo logra. Tragedia y drama se entrelazan en un realismo excelso; se produce así, un caldo que tiene por fin último dejar un buen sabor de boca. Iñárritu opta por la genialidad, no es conformista, es obsesivo, así lo refleja en lo que es, (como él lo dice) su mejor obra...