Click here to copy URL
Spain Spain · Honor al Sabadell!
Grandine rating:
8
Mystery London is terrorised by a vicious sex killer known as the neck tie murderer. Following the brutal slaying of his ex-wife, down-on-his-luck Richard Blaney is suspected by the police of being the killer. He goes on the run, determined to prove his innocence. Mixing black comedy and Hitchcock's most gruesome violence since Psycho, Frenzy covers classic Hitchcock territory of violent sexual deviance and the thin line between innocence and guilt. [+]
Language of the review:
  • es
May 29, 2008
85 of 102 users found this review helpful
Frenzy arranca como un auténtico torbellino, y en tan solo veinte minutos ya ha dejado en tí un halo de inquietud brutal: Por saber qué rol desempeñará cada personaje, hacia donde se dirigiran y como medrarán cada una de las aflicciones de sus protagonistas y, en especial, qué derrotero tomará esa escabrosa situación presentada tras unos magistrales títulos de crédito, que sólo parecen ser un homenaje a la bulliciosa ciudad londinense, cuando en realidad son mucho más: El preámbulo de lo macabro, de lo infecto, de lo incómodo.

Acto seguido, y tras una trama con sus más y sus menos, Hitchcock desempeña su labor de maestro del cine británico como nunca, no en vano "Frenzy" posee recursos estilísticos de una notabilidad tan elocuente que realzan una de las mejores obras de intriga de este tipo que, por otro lado, tan sobrevalorado fue por andarse por las ramas que por aquí precisamente no se anda, y es que el penúltimo film del inglés va directa al grano sin preguntar a nadie y sin pararse en nada, y es que poco más necesitaría una historia en la que, con dos sencillos golpes de efecto, todo está bien servido y presentado, tan bien servido como sus eficaces y grandiosos golpes de humor (en especial esa escabrosa secuencia en el camión, que resulta tan colosal como brutalmente ridícula y cómica) y tan enormemente presentado como sus impecables secuencias en las que asistimos a su reverso más oscuro y estremecedor.

El tramo final resulta, además, soberbio, no sólo por la combinación de situaciones tan significativas como cómicas que en él se hallan, sino por propiciar momentos de gran brillantez como el del juicio (con esas puertas cerradas a cal y canto que no revelan absolutamente ningún veredicto) o la huida, momentos que encumbran uno de los ejercicios de intriga más colosales que servidor haya podido degustar en mucho tiempo. No sólo no tiene desperdicio sino que, para colmo, resulta imprescindible.
Grandine
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow