El debut tras las cámaras del fantástico Frank Whaley, podría haber sido más de lo que realmente es, si quizá se hubiese optado por dar mayor hendidura a determinados personajes, y no dejar que todo girase tanto entorno a su protagonista, Joe.
Vale, que el título le encumbra y nos dice que será el eje de la cinta, pero estimo que muchos de los pseudo-protagonistas que aparecen en este interesante trabajo, podrían haber ofrecido un granito de arena mayor, y hacer así de "Joe The King" una cinta mucho mayor, de esas que terminan calando y dejando un regusto de boca sencillamente genial, como ya me sucedió con "El show de Jimmy", dirigida por el señor Whaley también.

La historia en la que nos inmiscuye en esta ocasión, trasladándonos a los barrios bajos y a una família que vive como buenamente puede, es una de esas historias donde termina cayendo sobre ella ese toque fatalista, no sin antes dar a conocer todo el contexto que rodea a nuestro protagonista, ofreciéndonos una idea de porque actúa como actúa, y haciéndolo notablemente debido a que, probablemente, ese sea uno de los pasos para que el espectador pueda conectar con lo que se le está contando.

En cuanto a Joe, resulta otro personaje imperfecto, pero no tanto como Jimmy, el del segundo trabajo de Whaley, puesto que Joe es muchísimo más bienintencionado y nunca busca perjudicar a los demás, aunque todo ello resulte producto de la involuntariedad. Y es ahí donde quizá fracasa la cinta, en el hecho de pintarnos a Joe como un delincuente juvenil producto del ambiente en el que habita, y de hacer de él un muchacho que sólo busca solucionar sus problemas y poco más, aunque quizá la intención, sea más bien la de mostrar que no por tener todo ese conflicto familiar tras de sí, debe influir en su modo de ser, pero eso ya es algo que queda para la incógnita que servidor no se formulará, y que deja este ejercicio en algo curioso, pero que nunca termina de cuajar como es debido.
Eso sí, Val Kilmer está genial, como hacía tiempo que no lo veía.