Lo primero que debo decir es que apenas he terminado media docena de series, siempre he preferido ver cine, historias independientes, duración de un rato sin tener que seguir una trama etc.
Son muchas las pendientes, ninguna la empezada, siempre voy de una en una, sin prisa pero sin abandono.

De Breaking Bad leí maravillas,y me llamó la atención su sinopsis, pero más allá de ello no sabía absolutamente nada.
Y empecé a verla, continué, pasaron las temporadas, me vi el final... y sí, sin favoritismos y sin moda, a opinión personal y a fecha de esta crítica es la mejor serie que he visto. Un 10 rotundo.

Sería complejo englobar todas las sensaciones en un escueto resumen, y sería demasiado extenso pararnos en cada detalle y pormenor, así que intentaré ir al grano en los aspectos importantes.

La historia, el universo breaking bad, con una premisa sencilla (tirar todo por la ventana por y para los tuyos porque tu vida se acaba) no evoluciona más allá. Hemos entrado en un monstruo, el cual está en la sombra, y conforme nos acercamos con la antorcha iremos viendo su verdadera magnitud, que tiene más cabezas, que es difícil de dominar y que siempre guarda sorpresas. No tiene grandes cambios, pero sí sutiles en manera de ser llevaba, y eso se agradece; del primer al último capítulo esto es Breaking Bad.

Sus personajes, la guinda del pastel, pero también la masa de la tarta. No estamos ante una serie con un exceso de personajes. No son muchos, pero todos tendrían peso y carisma suficiente para llevar su propia serie. Las actuaciones son brutales, la credibilidad magnífica. Las temporadas pasan y nuevas caras vienen y van, ninguna pasan de puntillas, todas son dignas de recordar.
Por supuesto ni que decir ahí que la evolución de los personajes más importantes no se puede describir a secas, es algo que hay que verlo, es algo que hay que sentirlo. Traiciones, emociones, dolor, rabia, alegría... la de veces que he sentido inquietud por el dinero, su obtención o derroche. Por la familia, los deseos encontrados, traiciones y venganzas. Por la pérdida, la camaradería, la tensión, las amenazas... me ha sido imposible mantenerme firme como mero espectador, siempre me he sentido muy dentro.

La serie tampoco se aleja de algún que otro momento cómico, pero mínimos, sin forzar, todo natural. Tampoco de momentos verdaderamente duros, con su gore o sorpresas que nos revolverán el estómago, estos mucho más abundantes.

Mención especial a su desarrollo final, un final que llega, lo asimilas y definitivamente concuerdas con que aceptado o no es el final que merece la serie. Esos últimos episodios juegan mucho con el karma, la ambición, la verdad y la sinceridad, pero sin duda te dejan el vacío de no "volver a ver" la meta azul.

Breaking Bad, una serie que me ha atrapado de principio a fin, que de momento ocupa la cima de mi podio, con la que he reído, me he sentido incómodo, he aprendido, he odiado, he sentido verdadera pena y que definitivamente ha dejado algo dentro de mi.