Muy sobrevalorada película -imagino que en su momento- que, sin embargo, a día de hoy decepciona de principio a fin. Sí, es verdad, podemos elogiar su fotografía, el uso del color, su ambientación fantasmagórica, sus bellos paisajes nevados y hasta su cierto halo de suspense. Pero su ritmo lento, la casi cómica aparición de un deforme tras otro y unos diálogos artificiosos y pretenciosos terminan por reducir la cinta a un desfile de frikis en un caserón abandonado y con una trama inconsistente que nos importa cada vez menos. En fin, a mí la sensación que me queda es la de una película desagradable y engañosa.