Película que retrata una de perogrullo verdad de indeleble manera, la esculpe/escupe, a machamartillo, a saber, que en el mundo, por los siglos de los siglos, amén, han estado/están y estarán al mando dominando el cotarro, la puta ama y el simple esclavo, las mujeres y en el que los hombres han sido son y serán tristes peleles, siempre, no tienen voz ni voto, ni hablan ni piensan ni sienten ni padecen, ahí me las den todas, convidados de piedra, bulto sospechoso, víctimas propiciatorias, chivos expiatorios si se tercia, carne de cañón, al mogollón, simples invitados a la trágica fiesta, tontos (in)útiles, decorado, mampostería, interiorismo, instrumento, tuerca, tornillo, anda, tira ya de la cadena.
Vemos cómo son tres mujeres las protagonistas (en verdad cuatro si cuentas a la jodida estupenda abuela), las que manejan mueven los hilos y el hombre nada pinta aporta, parasita, estorba, de nada se entera, nada cuenta, venir viéndolas, de capirote tonto, un pringado y, sí, también un jeta, no mueve un dedo, ahí se pudran ellas, que se maten y vaya yo caliente, se dice el andoba.
También explican con todo lujo de detalles, con claridad meridiana, cómo las mujeres pelean a muerte entre ellas, guerra sin cuartel, guerra de guerrillas, a la luz y en las sombras, por delante y por detrás, y que el hombre no es más que la excusa esclusa, a lo sumo la pieza de caza, el trofeo, para que esto se produzca, solo sirven para eso, como motivo para que ellas luchen por el poder y la gloria, el sentido y el destino de la estirpe raza el meollo.
En fin, lúcida, analítica, exacta, clínica, certera como una bala que te explota en la puta testa. No demasiado buena sin embargo por lo tanto porque lo que dice es demasiado obvio y manido, lo saben hasta los niños de teta, hasta los más reacios o pardillos, incluso los más lerdos o descerebrados lo tienen claro asumido, del barquero las verdades como puños a diestro y siniestro, las más evidentes o groseras, nada nuevo aporta, llueve sobre mojado, solo repite lo ya ultraconocido por tanto pichi o hijo de vecino, no descubre ni la penicilina ni la rueda, medea.
¿Valió la pena, exótica latina?
Y una boda (único horizonte o sentido del universo, recodo del camino, seña y canto y santo) como la madre de todas las guerras, símbolo periscopio, racimo, laurel, compendio, antología, coto, metáfora, ruedo, laberinto.