Interesante propuesta de Roman Polanski respecto de como una joven mujer es cogida por el mismísmo Satán para engendrar a su hijo. Una joven Mia Farrow hace una actuación de gran talla, secundada por John Cassavetes y un buen elenco de actores en papeles menores. La atmósfera es inquietante, aunque no calificaría esta película como una cinta de terror, sino más bien como de suspense. La puesta en escena tambien es de buen nivel. Sin embargo, me pareció demasiado larga, pues, a mi juicio, se pudo condensar un poco la historia. Roman Polanski dirige uno de sus temas fetiche, como es la de los adoradores del diablo, a manos de quienes --por desgracia-- murio su primera esposa, Sharon Tate.