Cuando en 2010 Disney compró Marvel, muchos temían que esto podía pasar. Al menos han pasado 8 años  y si la cosa no va a más, que me temo..., pudiera tener un pase. "Ant-Man y la Avispa" ( ¿porqué esta mezcla "spanglish" en el título?) es un producto Disney cien por cien. Huele que apesta, con perdón a las comedias familiares de serie B de  Disney de los 60 y 70 con títulos como "Ahí va ese bólido" y toda la saga  de "Herbie" o "Un sabio en las nubes", incluso Paul Rudd si me apuran se da un aire a Fred McMurray que tantas comedias Disney protagonizó.
 
En la anterior entrega aún se cortaban un poco y aportaban gratificantes dosis de humor al universo Marvel con un personaje que se hizo un hueco incluso en la franquicia de Vengadores, pero esta comedieta familiar no da para mucho más que algunos efectos especiales realizados con oficio y para pasar un rato con hijos y sobrinos de no más de siete años. Douglas y Pfeiffer ejercen de viejas glorias, supongo que para recaudar fondos para otros proyectos que estén a la altura de lo que aún pueden dar si sus repasos faciales les dejan. Lo mejor las maquetas de los títulos de crédito finales y la "colaboración especial" de los increíbles y microscópicos "osos de agua" (Tardigrados). 

Se podría hacer un buen drama sobre la violencia de género con la vida y milagros de Hank Pym, ese científico genial, original Ant-Man que no acababa nunca de encontrarse a gusto con "su tamaño" de superhéroe y uno hecha de menos la fantástica personalidad de la multimillonaria Janet Van Dyne, sus maravillosos trajes de diseño como La Avispa y su sobrada inteligencia y dotes de mando. Llegó a dirigir a Los Vengadores. Pero todo eso ocurría hace mucho, mucho tiempo cuando los que ahora peinamos canas eramos unos chavales que ahorraban su paga semanal para comprar un cómic, que entonces se llamaba tebeo, de MARVEL. Los de Disney eran para los peques. 

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