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Vito Corleone rating:
7
7.2
78,453
Thriller. Mystery. Drama
At the height of the Iranian revolution in 1979, Islamist militants storm the U.S. Embassy in Tehran, taking 52 Americans hostage. Six manage to get away and hide in the home of the Canadian ambassador (Victor Garber), but the solution is temporary because they know—especially with the door-to-door searches—as soon as the militants figure out where they are, they'll be killed. CIA "exfiltration" specialist Tony Mendez (Ben Affleck) ... [+]
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- es
March 8, 2013
2 of 2 users found this review helpful
Cuando el Ayatolá Jomeini llega al poder en el Irán de 1979, el mundo (EEUU incluido) tiembla. Quizá, quienes más de cerca padecieron esta situación fueron los residentes de la embajada de EEUU en Irán. La multitud se agolpa a las puertas de dicha embajada exigiendo la extradición del Sha, refugiado en el país del norte. Desde dentro, la tensión se vive ante el inminente asedio...
Pero seis miembros, por encontrarse en otro edificio, lograr llegar a la calle y se refugian en la casa del embajador de Canadá. Mientras los ojos del mundo se mantienen expectantes con la crisis de los rehenes de la embajada, un agente de la CIA (Ben Affleck) debe ingeniárselas para sacar del país a los seis prófugos sin levantar sospechas. La moda cinematográfica de la época le dará una pista...
Los primeros minutos de "Argo" son brillantes; el pánico se apodera del espectador ante lo inevitable. También se agradece que Affleck introduzca al público en general intentando dar una explicación al odio de la población iraní. El odio puede ser un sentimiento negativo, pero no siempre es irracional. Y Affleck abunda en la autocrítica, aún desde su papel de agente de la CIA. Por cierto, el papel no le queda nada mal: no se luce, y debe mantener todo el tiempo la misma expresión (en ocasiones recuerda a Chuck Norris).
La película sigue su curso, relajándose luego con las divertidas intervenciones de John Goodman y Alan Arkin. Otro gran acierto del director es este cambio de clima y la ácida referencia a un Hollywood decadente. Es una pena que el filme decaiga en el tramo final apelando a convencionalismos. Y aquí el fallo también corresponde a Affleck. Si Affleck intenta ser irónico, es probable que no se le haya entendido. En todo caso parece más bien un guiño a la taquilla.
Sin embargo, "Argo" tiene muchos puntos a favor. El vestuario y la ambientación de la época son uno de ellos, así como la música, las referencias cinematográficas y los ya mencionados. Que merezca ser la mejor película de 2012, eso ya es otra cosa. Pero Ben Affleck sigue demostrando que mantiene un cierto nivel en la dirección, aunque sin llegar al de su ópera prima "Gonne, baby, gonne".
Pero seis miembros, por encontrarse en otro edificio, lograr llegar a la calle y se refugian en la casa del embajador de Canadá. Mientras los ojos del mundo se mantienen expectantes con la crisis de los rehenes de la embajada, un agente de la CIA (Ben Affleck) debe ingeniárselas para sacar del país a los seis prófugos sin levantar sospechas. La moda cinematográfica de la época le dará una pista...
Los primeros minutos de "Argo" son brillantes; el pánico se apodera del espectador ante lo inevitable. También se agradece que Affleck introduzca al público en general intentando dar una explicación al odio de la población iraní. El odio puede ser un sentimiento negativo, pero no siempre es irracional. Y Affleck abunda en la autocrítica, aún desde su papel de agente de la CIA. Por cierto, el papel no le queda nada mal: no se luce, y debe mantener todo el tiempo la misma expresión (en ocasiones recuerda a Chuck Norris).
La película sigue su curso, relajándose luego con las divertidas intervenciones de John Goodman y Alan Arkin. Otro gran acierto del director es este cambio de clima y la ácida referencia a un Hollywood decadente. Es una pena que el filme decaiga en el tramo final apelando a convencionalismos. Y aquí el fallo también corresponde a Affleck. Si Affleck intenta ser irónico, es probable que no se le haya entendido. En todo caso parece más bien un guiño a la taquilla.
Sin embargo, "Argo" tiene muchos puntos a favor. El vestuario y la ambientación de la época son uno de ellos, así como la música, las referencias cinematográficas y los ya mencionados. Que merezca ser la mejor película de 2012, eso ya es otra cosa. Pero Ben Affleck sigue demostrando que mantiene un cierto nivel en la dirección, aunque sin llegar al de su ópera prima "Gonne, baby, gonne".
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
La tensión final contrasta terriblemente con la expuesta al principio del filme. Si al comienzo se palpa la angustia y el realismo, al final todo es convencional. Las situaciones son forzadas, son demasiadas las coincidencias con las que tiene que topar el grupo para salir del país y todas se resuelven en poco tiempo. Tampoco hacía falta enseñarnos a los jeeps iraníes corriendo al lado del avión. Aquí la tensión ya se vuelve artificial.
Tampoco hacía falta el reencuentro del agente con su esposa, con la bandera americana de fondo. He leído por ahí que podía ser una ironía del director, pero el límite entre lo irónico y lo standar resulta difuso.
Aún así, toda la primera parte de la película resulta un ejercicio de buen cine. Y la historia resulta por lo menos atractiva. Además, considero una gran decisión el no subtitular el persa, ya que, sobre todo en la escena del aeropuerto, consigue mantenernos en vilo el diálogo entre el supuesto actor y el guardia de seguridad. Uno de los pocos momentos finales donde la tensión no resulta artificiosa. Y resulta por lo menos gratificante ese final en el cual un boceto de una película que no existió convive con el universo de "Star Wars".
Tampoco hacía falta el reencuentro del agente con su esposa, con la bandera americana de fondo. He leído por ahí que podía ser una ironía del director, pero el límite entre lo irónico y lo standar resulta difuso.
Aún así, toda la primera parte de la película resulta un ejercicio de buen cine. Y la historia resulta por lo menos atractiva. Además, considero una gran decisión el no subtitular el persa, ya que, sobre todo en la escena del aeropuerto, consigue mantenernos en vilo el diálogo entre el supuesto actor y el guardia de seguridad. Uno de los pocos momentos finales donde la tensión no resulta artificiosa. Y resulta por lo menos gratificante ese final en el cual un boceto de una película que no existió convive con el universo de "Star Wars".