La factura técnica de la película es impecable para ser el debut del hijo de su padre. Se nota que hay bastante presupuesto por las localizaciones y, como ya digo, todo lo que se refiere a fotografía, que nos da la impresión de que no fuera una ópera prima. Ahora bien, el ritmo del filme mata las ganas de verla. Si normalmente una película tarda una media de unos veinte minutos en empezar, en mostrate algo que haga que la quieras ver entera, en esta no es así.

Durante la primera media hora o veinte y siete minutos para ser más exactos no pasa absolutamente nada que enganche, así que te dices que harás un pequeño esfuerzo para poder verla entera y continúas hasta ese golpe de efecto. Luego de que ocurra, no siendo espectacular, al menos te parece lo suficientemente interesante para no quitarla y poner otra. Lo que pasa es que cuando le queda media hora para terminar tienes que hacer otro esfuerzo para verla entera ya que si quieres hacer una crítica en condiciones es mejor hacer el esfuerzo. Diez minutos después, igual hasta que acaba.

Total, planos secuencias muy largos que alargan el metraje innecesariamente amén de aburrir al personal que quiere ver algo medianamente interesante y se topa con una película bastante sosainas que dura demasiado para todo lo que quiere contar. Original y perturbadora a ratos, sí pero eso no basta para hacer una buena película de terror.