Esta película no es tan mala como dicen. Es buena, pese a ciertos excesos y sensiblerías. Una película sobre la muerte que se permite bromear con ella. Algo que nos ocurre a todos en algún momento. Enfrentados a ella, todos nos refugiamos en el humor cuando menos lo esperamos.Woddy Allen decía, en boca de uno de sus personajes que: «Comedia es igual a tragedia más tiempo». Aquí, los personajes, ante su cercana muerte, eliminan el factor tiempo y se sumergen en una comedia pactada, ajenos durante mucho tiempo al dolor de la familia. Como cantaba el trovador del «Romeo y Julieta» de Zefirelli: «Baila que baila, al loco son, que está la muerte en cualquier rincón...»