El compás inicial sostiene de forma soberbia lo que vemos, la capacidad de Pixar es puesta de nuevo a prueba ante el público. Y compramos. Un brillante prólogo pone en cuestión cintas como "Del revés", o "Coco", y da paso a una primera media hora de quitarse el sombrero. Es uno de los mejores comienzos de película en lo que en terreno de animación se refiere.
Un trabajo inmenso el de su arranque.

Ahora bien, y desde mi escasa opinión, el resto del metraje, no está a la altura de su principio. Sin menospreciar, y pobre de mí si lo hiciera, muchos (porque son muchos) de los momentos que tiene a medida que recorre su esperanzador y, por qué no decirlo, nostálgico camino. Porque repito, son unos cuantos, y muy buenos, pero no mantiene ése eminente nivel que sí posee su apertura.

Quizás no sea tan acertado el dinamismo que exibe en su información. Puede no ser identificado para la niñez. Es posible que más de uno pueda caer en el despiste. En ocasiones es difícil ubicarlo.
Aunque sí veo más que correcta su duración, que es, la adecuada.

No os equivoquéis, no es un comentario negativo, porque también puedo hablar de ése océano que el protagonista se empeña en no querer ver y que alberga mucha definición, o porqué somos todos tan básicos en ocasiones y nos empeñamos en evitar arrastrarnos por nuestros impulsos, como la niña que, simplemente, busca ser... ella misma.
Por no mencionar, ya puestos, el premiado innecesario y no correspondiente de ciertas cuestiones, que a nuestro ojos es aprovechada para obtener luz verde sobre otras cuestiones.
Su progreso es adecuado, aunque se empeñe en conservar algunas aristas, pero a pesar de mantener un interés prolongado, su segundo tercio, pienso que son caminos ya transitados, sin ser pesados ni desinteresados. Y mucho menos mal elaborados.

La búsqueda de saber vivir...
Ése es el mayor handicap que logra proyectar.
Como también sabe, sumergirse de lleno y revitalizar un bello mensaje para la niña o niño que sepa ver y oír, porque es para quienes está destinada, en gran medida, Soul.