No cometan el error de crearse expectativas con los primeros 5 minutos de la película: si piensan que van a troncharse con otro producto de la "nueva comedia americana" están muy equivocados. Es cierto que el arranque promete pero luego, de forma espectacular, todo se desinfla de mala manera y acaba en algo muy convencional, muy ingenuo (en el mal sentido) y con una nula capacidad de provocación a excepción de un lenguaje barriobajero. Gran parte de la culpa la tiene un guión anodino y carente de verdadera chispa o ganas de arriesgarse, y sobre todo un reparto desganado hasta la indolencia; los secundarios cumplen (sobreactuando) porque pueden permitírselo, pero el trío protagonista es básicamente un error de casting y se dedican a soltar continuamente frases supuestamente ingeniosas con cara de "a ver si acabo esta escena y me puedo ir", comportarse como cretinos y acabar con nuestra paciencia. En definitiva, el invento produce alguna sonrisa ocasional por los gags de caca-culo-pedo-pis pero está muy lejos de ser una comedia memorable. Por cierto, el doblaje al castellano es infame.