Un thriller futurista, hecho con inteligencia, escrito de forma provocativa y con una dirección elegante llevada a cabo por el escocés Donald Cammel, un director con una filmografía muy escueta (sólo dirigió 2 largos en realidad) pero un verdadero personaje con una vida tan agitada como interesante, asiduo a orgías y fiestas liberales, se dedicó a la pintura gran parte de su vida, pero optó por participar en extraños documentales y, de vez en cuando, ponerse detrás de las cámaras.

La película cuenta con unas buenas interpretaciones, sobresaliendo sobre todo una fantástica Julie Christie en el papel de una mujer aterrorizada por una computadora súper avanzada que quiere gobernar el mundo. La actuación de esta impresionante Julie Christie, peleándose en ocasiones hasta con las sillas, enajenándose por momentos y actuando casi en solitario, fortalece el film de una manera excepcional, recayendo en ella el peso de la película y con total merecimiento siendo lo mejor del mismo.

Una película tan cautivadora como rara, digna de recuperar, con un buen guión, valiente y atemporal. También es digno de resaltar el extraordinario trabajo llevado a cabo por Edward C. Carfagno en el diseño de producción sobre todo a la hora de concebir la presencia de Proteus en la casa de los protagonistas mediante una criatura geométrica monstruosa, y la fotografía de Bill Butler sin olvidar que la voz original del ordenador es la del veterano actor Robert Vaughn.