A veces os ponéis sumamente catastrofistas. He leído auténticas barbaridades cobre el ‘Dumbo’ de Tim Burton, tantísimas, que me echó para atrás el ir al cine a ver la nueva versión del clásico de Disney. Que sí, que yo tampoco soy muy partidario de estas nuevas versiones realistas. Desde luego no están consiguiendo su propósito y no van a marcar a las generaciones actuales, menos, si tienes a un director del talento de Tim Burton muy atado en corto.

Pero a lo que vamos, con todo y con eso, noto pequeños destellos del cineasta a lo largo del metraje, los suficientes como para que el invento se sostenga con su ingenio. Introduce muy bien pequeñas referencias de la versión original e, incluso, se permite el lujo de jugar en su universo con pequeños toques de ‘Big Fish’ (pequeñísimos, muy sutiles).

El resultado es un film entretenido para toda la familia, que se deja ver y en el que los efectos especiales llaman muchísimo la atención. Resultaban un poco cantosos en su arranque inicial, dando cierta pomposidad a la puesta en escena, pero a la hora de recrear al elefante han dado en el clavo. Han conseguido una gran expresividad en sus ojos y que, en cierto modo, interactúe con el reparto.

Pero sí que hay una cosa en este ‘Dumbo’ que no me ha convencido en absoluto y es una mezcla de dos factores. El primero, el personaje de Holt Farrier, padre de los niños que están con el protagonista, muy insustancial y da la sensación de que va dando tumbos a lo largo del metraje.

Luego está el tremendo error de casting que supone darle ese papel a Colin Farrell, que está meando completamente fuera del tiesto. Como su personaje, no sabe a dónde ir, qué hacer. Es como si tuviese que estar ahí por obligación. A Farrell le tengo en gran estima y se ha librado una carrera brillante e interesante, pero aquí está para olvidar.

Por lo demás, ‘Dumbo’ seguramente entretendrá a pequeños y mayores con las aventuras del elefante volador. Un entretenimiento pasable que nos hace pensar en qué habría sido de este ejercicio cinematográfico si a Tim Burton le llegan a dar plenos poderes.

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