Como para gustos existen los colores, Tim Burton tiene un estilo muy definido que ha ido perfeccionando con el paso del tiempo y con el que, desde luego, no todos los espectadores apreciarán. Confieso que a mi, aunque a veces me resulte repetitivo, me encanta.

En los años 90 gozó de un gran pico de popularidad gracias a éxitos en taquilla y a un buen puñado de películas. Seguramente, ‘Mars Attacks!’ no entre en la lista de las preferidas de nadie, pero servidor, que por aquel entonces era un adolescente que daba sus primeros coqueteos con el cine salió de la sala con una sonrisa de oreja a oreja.

Hoy en día, si analizas fríamente su carrera y los pasos que está dando, sería inimaginable pensar en un Burton haciendo una película así. Pero fue capaz de convencer a la Warner de lanzar esta parodia a las películas catastróficas y de extraterrestres que poblaron la cartelera en los años 50 y que tan famosas se hicieron en los 90 con ‘Independence Day’.

Burton tiene todos los elementos necesarios para crear una gran sátira: Un diseño de producción sensacional (salvo alguna escena de acción, la película pasa muy bien el corte y los extraterrestres están espectacularmente hechos), un reparto por y para la causa (tuvimos que esperar a ‘Ocean’s Eleven’ para ver otro que pudiese estar a la altura) y un sentido del humor único y especial. Es capaz de marcarse un par de escenas «marca de la casa» para demostrar que se lo toma en serio (véase: el ataque nocturno).

Así, asistimos a un nuevo ‘Encuentros en la tercera fase’ pero de lo más cómico. Un puñado de personajes de distinta categoría (desde el presidente de los Estados Unidos a un muchacho que trabaja en una tienda de donuts) intenta sobrevivir al ataque de unos alienígenas con mucha mala leche.

¿El resultado? Desde luego que, pensado fríamente, es una bobada que funciona gracias a la habilidad de Burton, que aquellos años tocara lo que tocara lo hacía bien. La película es un entretenimiento simple, ligero y muy pasajero que deja un buen sabor de boca mientras haces quinielas buscando quién sobrevivirá a esto.

Para pasar el rato.

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