La primera parte de "Grave Encounters", pese a sus defectillos, se salvaba gracias a su aterrador entretenimiento, que más que miedo, provocaba algo de excitación en el espectador al ser una clase de "Túnel del Terror" pero en película: pasillos, habitaciones, salas... y sin saber que se te iba a aparecer. En definitiva, gozaba de algunas buenas escenas, efectos decentes y te dejaba un buen sabor de boca... pero como dice el título de mi crítica: se acabó lo que se daba.
De primeras la trama puede resultar algo interesante, un chico que recibe mensajes de un usuario de internet el cual le envía unas grabaciones del presentador y protagonista del anterior film dentro del sanatorio, con lo cual, significa que sigue vivo. El chico decide ir junto a unos amigos al lugar donde ocurrieron los hechos en la primera parte, y ahí empieza todo.
La película tarda en arrancar 35 minutos, es decir, en ese rato no ocurre absolutamente nada, y cuando lo hace deja muchísimo que desear.
Los primeros momentos de la cinta una vez dentro de ese manicomio se pueden considerar aceptables, incluido el momento ouija y la aparición de una niña espectral, (mola cuando salen corriendo y se giran y ven a la niña flotando y moviéndose corriendo hacía ellos por el pasillo xD), pero luego, es como si el director o los guionistas hubieran decidido irse de fiesta y meterse LSD o algo así, porque a pesar de esos dos momentos y de la aparición del amigo de la portada (que dura 30 segundos la aparición del bicho), lo demás es infumable y bochornoso, incluido su patético final que es de una ida de olla alucinante, algo de vergüenza ajena, y ya ni te digo todo el tocho aburrido de cuando encuentran a mitad del film al prota de la 1 que no para de decir tonterías y de asustarse por ruidos y de comportarse como un monguer.
En definitiva, la 1 es un buen mockumentary de terror para entretenerte un rato, pero ésta es una ruina de película.