Nicholas Jarecki escribe y dirige una intriga criminal completamente comercial, y que no se mima a nivel argumental más allá de la entretenida anécdota. Un empresario multimillonario (Richard Gere) vive en la hipocresía con una compañía que dona a la beneficencia y con una familia aparentemente perfecta, pero su estatus se verá en peligro cuando en su alrededor vayan destapando crímenes y corruptelas varias.

Su temática está claramente inspirada en el inversionista (y sinvergüenza) Bernie Madoff, y ofrece en su desarrollo argumental un suspense de descubrimiento y persecución al criminal (así como su desenvoltura y negociaciones por el fango del dólar) bastante rutinario respecto a lo que nos tiene acostumbrados el cine hollywoodiense... pero igual de eficaz en su constante. El guión es siempre cabal respecto a lo que nos están contando (llegando a ver reflejados con coherencia y sensatez a esos gerifaltes cuyo ego es desmedido e inhumano), los lances de caza del gato al ratón progresan con un compás desenvuelto, y la construcción de personajes es limitada... pero justa en la necesaria medida que una leve distracción como ésta demanda. ¡Vamos!, ¡que no estamos ante un guión que además de sus enigmas empresariales y delincuentes trabaje otras vertientes con gusto como el humor (a lo "El lobo de Wall Street" (2013), "Blue Jasmine" (2013) o "Uno de los nuestros" (1990)) o el drama personal (a lo "El padrino" (1972) y sus secuelas), ni siquiera los tejemanejes profesionales se conforman más allá de la superficie funcional. Sin embargo lo que ofrece el libreto tiene la primordial agilidad y competencia para interesar tenuemente en todo momento.

Pero el elemento que más sostiene con solidez el relato para con el espectador es el resplandeciente reparto; con un siempre solvente Tim Roth que no necesita elaborar en demasía su rol de policía diligente, un Nate Parker que aporta las dosis de humanidad y desenfado de su papel, un Richard Gere curtido en los roles de nihilistas obsesivos (para muestra "Chicago" (2002) o "Pretty Woman" (1990)) a los que construye con tremenda naturalidad, y una Susan Sarandon que con su carisma exprime al máximo su personaje (pero de donde no hay no se puede sacar, y el guión le da muy poco). La lástima es que Gere y Sarandon tienen química en pantalla y se nota artificial que...