Ahora ya no hay un actor capaz de hacer lo que hacía Carrey de joven. Extraordinariamente expresivo hasta el hartazgo, tanto que o te encanta o lo odias. "El Grinch" es una película que tiende a aburrir y claramente monótona e infantiloide, pero que posee una actuación de Carrey que te deja atónito. Es costumbre en él este tipo de papeles, pero es que es asombroso el registro de muecas, gestos, burlas y movimientos que hace. Sustenta él sólo la película de una manera clara, aprovechando lo plana y predecible que es. Sobre todo decir que es un film claramente navideño y que peca, como todo este tipo de películas, de una notable ñoñería y de demasiadas buenas intenciones. A destacar el cambio de espíritu de un ser como es el Grinch que desarrolló una animadversión poco justificada a un pueblo por una trastada juvenil (¿quién hoy día no ha sido objeto de "bullying", lo ha hecho o ha visto como se lo hacían a otro? No lo justifico, pero es que es muy, muy habitual), y yo no odio a la gente... Bueno, vale. Me da bastante asquito, pero... De todas formas, es exagerada su actitud, aunque es entendible al mirar que tipo de película es y el tipo de actor al que nos referimos.

Por otro lado, la niña del film (Rachel Bailit), es una muñequita encantadora y de muy buenas intenciones y el pueblo donde están esos extraños seres llamados los "Quién," una hipérbole de las fiestas navideñas donde sus ciudadanos tienen unas narices la mar de raras estilo ardilla... El film, si no tuviera a Jim Carrey, no sería nada y muy probablemente de no existir un actor tan carismático como éste no hubieran pensando en hacer esta versión en carne y hueso.

¿Recomendable? Sólo si te gusta Jim Carrey. Si no, ni te acerques.