No suelo valorar muy positivamente las películas antiguas.
No las valoro mejor o peor por el simple hecho de que sean de la época en la que nacieron nuestras abuelas. Particularmente pienso que están muy sobrevaloradas, pero en este caso, lo está por bien poquito.
Creo que el arte que se muestra aquí en los diálogos se perdió hace mucho tiempo en el cine, y da gusto escuchar unas conversaciones con tanta "magia".
El abogado creo que hace un papel sobrenatural, o a mi me lo ha parecido, mientras que el acusado es realmente de los peores de la película. La fría alemana trabaja bien, y el desenlace final a estas alturas puede resultar predecible, pero aun así sorprendente.
Si aborreces las películas de juicios esta tampoco te gustará, pero si no tienes un profundo odio a ese género, dale una oportunidad a esta película porque no te decepcionará.
Una de las mejores cintas antiguas que he visto desde "12 hombres sin piedad".