Una película difícil no apta para "todos" los públicos y no porque no sea un film necesario sobre la Fe si no porque la realización y la narrativa no es lo que el público habitual de las salas de cine están acostumbrados a ver. Martin Scorsese nos trae una verdadera obra maestra llena de matices, extraordinarias interpretaciones y un guión cargado de silencios que la convierten en una película rotunda que conmueve.
Es diferente acercarse a este título desde una posición o la contraria. Probablemente para un cristiano, como yo lo soy, se trata de una película sobre la Fe, la duda, la fortaleza y el amor. Para un ateo puede ser o un aburrimiento o un revulsivo a sus principios. Como sea una cosa queda clara y es que Martin Scorsese es un verdadero genio del séptimo arte que en cada trabajo desnuda su alma con una belleza conceptual difícil de igualar.
Andrew Garfield, Adam Driver, Issei Ogata y un Liam Neeson casi levitando nos ofrecen unas interpretaciones de premio. Al primero acabamos de verle en esa otra gran obra estrenada hace un mes y dirigida por Mel Gibson HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE con claras connotaciones espirituales, y en su creación de Desmond Doos, también ofrece una actuación cercana al martirio.
Todo en SILENCIO llama al aplauso y sus dos horas y media largas de metraje no se hacen pesadas si no que te llevan a un reflexivo tiempo de introspección. La experiencia terrible del Padre Ferreira y el tesón de los dos jóvenes jesuitas que acuden en su búsqueda va más allá de un tema netamente religioso y reflejan la sinrazón y crueldad de algunas sociedades contra la libertad religiosa.
Probablemente SILENCIO no reciba los premios que merece pero espero de corazón que a muchos les sirva para plantearse dentro de su conciencia lo que es importante de verdad en sus vidas.
Impresionante.