Había oído maravillas de la serie y sobre todo de la interpretación de Rhys Meyers, hay que reconocerle el enorme reto que supone interpretar a uno de los artistas más imitados del planeta, todos conocemos las convenciones de imitadores de Elvis de Las Vegas y hay mucho nivel. Pero la serie se hace un tanto pesada, se centra demasiado en aspectos un tanto "culebrón" de la vida del cantante y actor, a veces le retrata como un llorón, que no sabe vivir sin su madre, no digo que lo fuera o no...obviamente no le conocí pero hay momentos muy propios de un serial malo. El último capítulo es más interesante, da datos menos conocidos y bueno, hay buenos interpretes, se ha invertido tiempo y dinero en un producto que no es malo pero que podía haber sido mejor o al menos, más entretenido