Click here to copy URL
Pedro Triguero_Lizana rating:
5
Western Randolph Scott is tall in the saddle once more in the Scott-Brown production Ten Wanted Men. The star is cast as John Stewart, who attempts to establish law and order on his vast Arizona spread without resorting to violence. Less peacefully inclined is Stewart's chief rival Wick Campbell (Richard Boone), who believes that might is right. To this end, Campbell recruits the services of hired gun Frank Scavo (Leo Gordon) and eight other ... [+]
Language of the review:
  • es
February 24, 2012
11 of 11 users found this review helpful
En el Hollywood de los años 50 se producían muchísimos westerns y de esa producción una buena cantidad era la etiquetada como "serie B". En esta misma década, Randolph Scott debió protagonizar (y producir, no se olvide) un montón de películas del Oeste. Será por el hecho de ser un fanático del género, pero a mí me parece que, en cuando al western de esos años, muchos westerns se parecen, acusan la manera seriada en que se hacían, pero todos tienen su individualidad, su detalle, su interés. Y eso se puede aplicar a esta película, aunque no sea la mejor de Scott de esos años.

Es un western muy violento, con muchas muertes, y con un argumento muy usual en esos años en el cine de Hollywood, la pequeña comunidad amenazada y/o asediada por unos forasteros que se imponen a los vecinos (véase si no películas que no son del Oeste como "¡Salvaje!"(The Wild One, 1954), de Laszlo Benedek, o "De repente" (Suddenly, 1954), de Lewis Allen.

Los actores rompen un poco el carácter seriado del film, dándole un poco de personalidad. Y son buenos actores: no sólo Scott, también Richard Boone, Jocelyn Brando...Y también asoman, en papeles secundarios, Dennis Weaver y Lee Van Cleef. Lo de Lee Van Cleef es muy curioso: es un actor con tanta presencia, que destaca en cuanto aparece en el plano, aunque esté en un segundo plano o se le vea de lejos. Pero en esos años siempre hacía el mismo tipo de papeles en el western, pistoleros malvados que siempre mordían el polvo. Lo único que variaba era el minuto del metraje en que moría, o el número de frases que decía.

El título es algo arbitrario: ¿por qué diez forajidos? ¿Por qué no doce o veinte? ¿Alguien se ha molestado en contarlos?
Pedro Triguero_Lizana
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow