Click here to copy URL
Spain Spain · Londres
Sitodine rating:
7
Drama 12-year-old Aviva Victor wants to be a mom. She does all she can to make this happen, and comes very close to succeeding, but in the end is thwarted by her sensible parents. So she runs away, still determined to get pregnant one way or another. Instead, she finds herself lost in another world, a less sensible one, perhaps, but one pregnant itself with all sorts of strange possibilities. Like so many trips, this one is round-trip, and ... [+]
Language of the review:
  • es
September 15, 2011
5 of 5 users found this review helpful
Me ha gustado mucho esta película. Todd Solondz puede llegar a ser cruel, haciendo incluso que sonrías cuando no deberías hacerlo, y a pesar de todas sus excentricidades, creo que en Palíndromos sabe muy bien qué quiere contar y por qué. Es evidente que Solondz nos habla a varios niveles y que el más tangible puede llegar a generar rechazo al espectador, quien tachará al director de degenerado, perturbado o directamente demente. Caer en eso me parece bastante injusto. Cualquier recurso puede ser utilizado para transmitir experiencias, ideas o historias. Incluso aquellos cuya naturaleza rebasa el límite de la llamada “cultura del buen gusto”, siempre y cuando lo hagan con inteligencia. Y en esta película no hay pasos en falso.

Palíndromos se acerca de una forma sutil a la premisa de Welcome to the Dollhouse, película que en el aspecto humano me interesó más que la ultra desasosegante Happiness. ¿Qué pasa si realmente no podemos cambiar? Eso es una de las cosas que Todd Solondz nos plantea de una forma brutal. Es posible que el ser humano, haga lo que haga, termine como empezó. La gente cree que cambia pero realmente no es así. Puedes adelgazar, envejecer, perder el pelo u operarte las tetas, pero en esencia, desde delante hasta atrás, siempre serás la misma persona: un palíndromo. Todd nos muestra al personaje de Aviva cambiando de apariencia e incluso de nombre, pero al final es siempre Aviva, ya lo leas de izquierda a derecha, o de derecha a izquierda. Uno no tiene más remedio que elegir o hacer lo que hace porque todas esas cosas las determina la aleatoriedad genética. Y aquí llegamos a la conclusión que, con un pesimismo demoledor, arroja la película: El que es un “pringao” siempre será un “pringao”. No hay esperanza. Nada de lo que hagas para cambiarlo funcionará. Y si esta categoría social está perfectamente delimitada por la naturaleza, condicionando en gran parte nuestro destino… ¿Existe el alma? ¿Existe Dios?

Nadie mejor que un “nerd” para hablarnos de todo esto.

Gran película del señor Todd Solondz.
Sitodine
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow