Tengo que reconocer que no es tan mala pero para nada se puede comparar con las otras dos que junto con Babel forman esta trilogía.
Dirección es buena, digamos que sigue las pautas de las otras dos, música, también es buena pero lo mismo que las dos anteriores solo hay una gran diferencia y esa diferencia es el guión, en amores perros logró una historia formidable, de esas películas que te hacen reflexionar, en 21 gramos volvemos a lo mismo pero con la diferencia de que nos adentramos en las producciones americanas, es decir, un gran presupuesto y en Babel, simplemente falla el guión, no es malo del todo sino simplemente busca un dramatismo fácil y forzado, la historia del cruce de la frontera con la pérdida de los niños en el desierto, en mi opinión resulta exagerada.

El hecho de irse hasta Oriente para mostrar la sociedad japonesa con la disculpa de un japonés que se fue de vacaciones a Marruecos y regaló el arma que más tarde será la causante del desastre, es forzada y sin sentido, digamos que quería analizar la sociedad mundial desde diferentes ángulos y no sabía como, en mi opinión busca el sensacionalismo americano, y una pena porque con amores perros llegó a niveles muy altos artísticamente, pero se ve que donde se gana dinero es en Estados Unidos.

Veamos cual será la trayectoria de este gran director, esperemos que no siga influenciándose por el cine americano porque es un gran talento que tiene mucho que decir.