Varias décadas después del extraordinario éxito de "La Guerra de las Galaxias", un George Lucas con muchos más medios volvía a aquélla galaxia tan, tam lejana para contarnos la historia precedente en forma también de trilogía. En esta ocasión la trilogía versa sobre los padres de los Skywalker y como Anakin se acaba convirtiendo en Darth Vader. El film de Lucas era ambicioso en dos sentidos.

Por un lado, grácias a los avances podia conseguir los efectos especiales espectaculares que realmente queria mostrar para su saga espacial. Por el otro, además de conseguir atraerse a toda aquélla generación que vibró con la segunda trilogía, esta primera trilogía pretendía atraerse a una nueva generación.

El problema de querer tener contento a todo el mundo es que es realmente muy dificil, y esta primera película de la primera trilogía, resulta excesivamente infantil, podría pasar por una película de la Disney con efectos especiales. La trama es también bastante plana, y simplona (al menos comparada con la anterior saga), y sólo la presencia de caras nuevas como Ewan McGregor o Liam Neesom, y los buenos efectos especiales (en especial el de la carrera de vehículos que tiene ligeras resonancias a "Ben-Hur"), compensan ciertos bajones de la acción, y en especial casi todas las escenas en que aparece Jar-Jar Binks, un bicho creado sobretodo para los peques de la parroquia, pero de difícil digestión para los nostálgicos de la saga.

Tal vez el problema de este film son las altas espectativas de los que hemos visto la anterior saga, además hay que tener en cuenta que cuando apareció "La Guerra de las Galaxias", fue algo totalmente novedoso, por cuanto no había ningún producto similar que se le pudiera comparar, mientras que cuando apareció esta entrega, el espectador está bastante acostumbrado a estas producciones y no le viene de nuevo. De alguna manera el nivel de exigencia es mayor.