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Spain Spain · Barcelona
manulynk rating:
8
Drama. Action The story of martial-arts and the soul of China civilization. Two kung fu masters —Ip Man (Tony Leung), the man who trained Bruce Lee, and Gong Er (Zhang Ziyi), who comes from the north, meet in Ip Man's hometown of Foshan on the eve of the Japanese invasion in 1936. Gong Er's grandfather, a renowned grandmaster, is also traveling to Foshan for his retirement ceremony, which is to take place at the legendary brothel The Golden Pavilion. ... [+]
Language of the review:
  • es
January 6, 2015
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La figura de Ip Man es poco conocida fuera del mundo oriental. Sólo los más fanáticos fans de Bruce Lee le reconocerán como el que fuera su maestro de Kung Fu en Hong Kong. Sin embargo, sería injusto recordarle sólo por este hecho, que en el fondo es prácticamente una anécdota, ya tuvo una vida bastante intensa sobre todo durante los años 30 con la ocupación japones y el posterior advenimiento del comunismo en China que lo acabaron llevando a Hong Kong. Aunque los distribuidores del film, no han querido arriesgarse y han preferido que la sombra de Bruce Lee planee sobre la promoción del film.

Esto puede perjudicar al film, ya que, desde mi punto de vista se han dirigido al “target” equivocado puesto que aunque ciertamente el film habla de kung fu, para el realizador Wong Kar-Wai, no exactamente lo que más le interesa retratar. El film se ambienta sobre todo en China en los años previos a la invasión japonesa, en un momento en que están los diversos estilos de Kung Fu están en pleno esplendor. En ese ambiente, destaca Ip Man (Tony Leung), quien es reconocido por un viejo maestro kung fu de una fría provincia del norte de China, antes de retirarse a una vida más tranquila. Sin embargo, Ip Man quedará prendado por la hija del viejo maestro, Gong Er (Zizy Zhang). En realidad, el realizador se lleva la historia a su terreno particular puesto que tiene mucho más interés en explicarnos la historia de amor entre estos dos personajes que la de hacer un film de artes marciales al uso. De hecho, sobre la figura de Ip Man se han hecho varias aportaciones en clave de acción en los últimos años, aunque no han llegado a nuestro país.Por lo que, Wong Kar-Wai se aleja claramente del camino marcado por films anteriores (recomiendo buscar los films de Wilson Yip o Herman Yau).

Y no es que el film no hable de artes marciales, ni haya escenas de lucha. Ni mucho menos. Pero pasado por el tamiz y la sensibilidad de Wong Kar-Wai, estas cuestiones van quedando paulatinamente relegadas a un segundo plano. La excelente ambientación de los escenarios donde se reunen los maestros de Kung Fu (curiosamente elegantes burdeles) y los diversos estilos de lucha que componen este arte marcial, es el marco donde se conocen Ip Man y Gong Er. Un flechazo, que como suele pasar en las historias que retrata el realizador, es muy difícil de consumar, puesto que a ambos les obligan rígidas normas escritas y no escritas, las cuales no pueden impedir que se amen.

Pero, a pesar de estar más interesado en la historia de amor que hablar de las artes marciales Wong Kar-Wai no descuida de ofrecernos algunas escenas de lucha que más que espectaculares son bellísimas piezas estéticas en las que los contendientes prácticamente parecen bailar elegantemente. La mejor de todas (sin desmerecer ninguna de las que aparece en el film) es la que enfrenta a ambos personajes, en la que el realizador vuelca toda su sensibilidad y su buen hacer tras las cámaras, dejándonos que mientras pelean en realidad hay una fuerte atracción entre ellos.

No cabe duda que el film está mucho más cerca de “Deseando amar” que no de “Furia oriental” aunque no por ello se trate de una película que deba pasar desapercibida ya que hay pocos cineastas que sepan tratar de forma tan lírica y con tanta sensibilidad el desamor, la distancia, a lo que hay que añadir el retrato de un mundo que se ve obligado a cambiar, a su pesar, debido a los acontecimientos que no entienden de sensibilidades, tradiciones y otras ñoñerías.

Unos de los aspectos que más perjudican al film son ajenos al realizador. Aquí nos ha llegado una versión recortada de 130 minutos (la original está por encima de los 160 minutos), y los tijeretazos se notan ya que a menudo tenemos la sensación que el film va dando saltos en el tiempo para detenerse en momentos significativos, que sólo nos sitúa los fundidos en negro con la voz en “off”. Esta da una impresión de inconsistencia que nos impide valorar el film en su justa medida. En cualquier caso, aviso los amantes del cine de artes marciales no quedaran muy satisfechos, mientras que los que acabaron cautivados por “Deseando amar” o “2046” saldrán encantados.
manulynk
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