Las películas sobre política pisan siempre terreno resbaladizo. No es fácil mantener el interés del espectador con temas tan extensos, complejos y, por qué no decirlo, poco atractivos en una pantalla.
Sin embargo, Brexit consigue superar el reto de hacer de la explicación sobre cómo y por qué se ha gestado la mencionada salida del Reino Unido de la Unión Europea. Y lo consigue porque se toma la molestia de explicar al espectador mediante rótulos quién es quién, algo imprescindible teniendo en cuenta que los políticos que aparecen aquí no son precisamente Putin u Obama, y la narración es clara y dinámica, impidiendo el aburrimiento. que dure apenas 90 minutos también ayuda, porque no se pierde el tiempo.
Además, está Benedict Cumberbatch, que siempre es de lo mejor de las cintas en las que participan, y vuelve a exhibir su capacidad y talento para moverse como pez en el agua en cualquier género y cualquier personaje.
Notable y esclarecedora sobre uno de los eventos más cruciales de la historia reciente de Europa.

Lo mejor: Su ritmo y su narración, y el excepcional Benedict Cumberbatch.
Lo peor: Desde luego, su interés no es para todos los tipos de público.