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Sibila de Delfos rating:
7
Drama When Steve Rubell (Myers), the mastermind behind New York's infamous STUDIO 54 disco, plucks young Shane O'Shea (Phillippe) from the sea of faces clamoring to get inside his club, Shane not only gets his foot in the door ... but lands a coveted job behind the bar! By following Shane's rapid rise from naive busboy to the notorious nightspot's sexy main attraction, you're allowed an unforgettable look at the spectacular rise and fall of ... [+]
Language of the review:
  • es
August 19, 2013
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54 es una película que no engaña, y por ello no se entienden las malas críticas que recibió. No es posible saber qué esperaban crítica y público al enfrentarse a esta película, salvo una crónica de la noche, el desenfreno de toda clase y la peculiar intrahistoria del famosísimo club Studio 54 de Nueva York. Y éso es lo que es. Una entretenida y muy correcta visión de la nightlife neoyorquina de finales de los 70 y principios de los 80, vista a través de los ojos de Shane O'Shea, el protagonista. Además, Mark Christopher hace gala de una considerable sabiduría narrativa, yendo directo al grano y sin perder tiempo. en tres o cuatro breves escenas nos presenta a su personaje principal y lo lleva al 54, y lo que sigue es una secuencia absolutamente brillante que, gracias a la música, la fotografía y los ojos de Ryan Phillippe, llevan al espectador dentro del mundo salvaje del club, sintiendo la misma mezcla de fascinación, rebeldía transgresora e incluso miedo que Shane.
Cierto es que la película tampoco es nada del otro jueves, que es más tópica que nada y que si la historia de la discoteca no entra a la primera no hay manera de soportarla. Además, las andanzas sentimentales de Shane (con los personajes de unas jovencísimas y simpáticas Salma Hayek y Neve Campbell, entre otras) podrían no haber estado, pues son un añadido facilón que paga el peaje de lo convencional y ralentiza el buen ritmo del conjunto general. Pero se le puede perdonar, cuando Christopher se marca ese final tan sorprendentemente emotivo y mágico y saca tanto, tantísimo partido a Mike Myers en uno de sus escasísimos roles dramáticos.

Lo mejor: El principio y el final, dos momentos de gran brillantez en una película no muy brillante en su conjunto, aunque sí correcta. Y las interpretaciones de Mike Myers y Ryan Phillippe (en el caso de este último, no se trata de que merezca un premio ni nada por el estilo, sino de que resulta 100% creíble y es gracias a sus ojos que el espectador se introduce de un salto sin red en el ambiente del 54, como Shane)
Lo peor: El ritmo es algo irregular por la parte sentimental de la historia.... y tampoco es una gran obra maestra, no nos engañemos.
Sibila de Delfos
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