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Spain Spain · Sevilla
Talibán rating:
6
7.6
5,498
Documentary Orson Welles' free-form documentary about fakery focusses on the notorious art forger Elmyr de Hory and Elmyr's biographer, Clifford Irving, who also wrote the celebrated fraudulent Howard Hughes autobiography, then touches on the reclusive Hughes and Welles' own career (which started with a faked resume and a phony Martian invasion). On the way, Welles plays a few tricks of his own on the audience.
Language of the review:
  • es
June 4, 2012
22 of 32 users found this review helpful
En realidad, lo sabemos todos, el arte es una moneda más. Parecida al papel moneda, ya que requiere que la firme el depositario, por lo que todo se reduce –el papel no tiene valor- a si la firma es auténtica o no. Eso no ocurría con las antiguas monedas de oro, cuyo valor residía en la cantidad de metal precioso que contenían, precioso y valioso por su singularidad, belleza y escasez. Por supuesto, merezco un suspenso en Economía, pero el infierno debería estar lleno de matrículas de honor en esa asignatura, ¿no creen?

No sé, ustedes mismos pueden darle a esta pregunta el valor que quieran: ¿puede alguien hacer un Velázquez? ¿Un Vermeer? ¿Un Monet? Porque De Hory demuestra que él era capaz de hacer Modiglianis. Y Picassos, también Matisse. Esto no prueba necesariamente que Picasso, Modigliani y Matisse sean unos embaucadores –me guardo mi opinión, que no es indispensable para llegar a donde quiero llegar- pero creo que sí revela la estupidez general en la que vive el mundo del arte desde que Picasso cambió de marchante y sus cuadros triunfaron en América.

El símil lo tengo fácil: para mí, el arte moderno es como el papel moneda (me abstendré de llevar el juego de palabras al ámbito de copla). El papel se moja y no sirve ni para hacer pajaritas, el oro de verdad nunca se destruye, permanece siendo oro siglos, milenios. Velázquez, Vermeer, Monet.

Una obra de arte es siempre auténtica, no tiene que venir el certificador de turno a visarla; me da que el embaucador es ése. Y no sienta usted vergüenza ante sus gustos ni complejo de expresarlo con sinceridad. Al menos, esos sí que son auténticos.
Talibán
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