Click here to copy URL
Spain Spain · san sebastian
Izeta rating:
9
Drama Umberto Ferrari, aged government-pensioner, attends a street demonstration held by his fellow pensioners. The police dispense the crowd and Unberto returns to his cheap furnished room which he shares with his dog Flick. Umberto's lone friend is Maria, servant of the boarding house. She is a simple girl who is pregnant by one of two soldiers and neither will admit to being the father. When Umberto's landlady, Antonia, demands the rent ... [+]
Language of the review:
  • es
August 17, 2019
2 of 2 users found this review helpful
Desoladora y tremenda.
Esta película, junto con El ladrón de bicicletas, componen, en mi opinión, las dos incontestables obras maestras de su director.
Un anciano tratando de sobrevivir con la mísera pensión que recibe, sin parientes ni nadie a quién acudir, recibe el ultimátum de su casera.
A fin de mes, si no le paga los atrasos que le debe por el alquiler de la habitación, le pondrá de patitas en la calle.
Nuestro hombre, antiguo y digno funcionario, no tiene a nadie a quién acudir.
Sólo tiene a su perro Flip y también la amistad de una niña, que trabaja de criada en la casa.
Iremos recorriendo las andanzas de este hombre para conseguir solucionar su situación, mientras vamos dándonos cuenta de la indiferencia, insolidaridad y egoísmo del mundo que le rodea, que no es otro, que el nuestro, nosotros mismos, que en nuestras prisas, dejadez y pequeños egoísmos, no vemos las dificultades de los demás.
Porque este hombre, además de su perro, tiene algo más. Y es, toneladas y toneladas de dignidad.
Y sí. Es posible que el ser humano se apiade del que lo ha perdido todo y pida ayuda a gritos.
Pero,¿ Y el ser humano que no ha rebasado esa linea y que quizá no la rebase, pues los restos del amor propio se lo impidan?.
Pero el dolor oculto tras la dignidad no se ve. Y a veces, es causa de más sufrimiento.
Dolorosa. Trágica. Conmovedora. Angustiosa. Un puñetazo de realidad.
Si pudiéramos salir de vez en cuando de nosotros mismos y fuéramos capaces de mirar con más atención a los demás, seguro que podríamos evitar muchos males de nuestra sociedad con unos pequeños gestos de solidaridad.
Izeta
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow