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7ovi rating:
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May 3, 2021
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Netflix, esa plataforma que era de entretenimiento, y que ahora devino a ser de adoctrinamiento, nos trae en esta ocasión otra película de su catálogo progre, que si bien en la primer mitad no es tan explícito, y es más bien sutil, a medida que se desarrolla la película vamos a ir viendo que otra vez caímos en los mismos clichés de siempre, tanto en la trama, como en los requisitos progresistas, y sobre todo feministas, que evidentemente tienen que formar parte sí o sí de cualquier producción (específicamente hablando de las que ellos producen, y no algún que otro clásico que tengan por ahí de relleno).
Así entonces vamos a tener un historia usada incontables veces -y de mejor manera también- con los tópicos recurrentes y forzados: Matrimonio con hija (que apenas si infiere en la película) que se aleja de la ciudad y se va al campo a vivir en una casa de pasado oscuro y misterioso, y que les hará llevarse sorpresas paranormales.
Y hasta ahí si ya vieron alguna película de terror, o alguna película de suspenso, en su vida, sin importar cuales, ya sabrán más o menos como ser irán dando las cosas. Quizá, como algo diferente, esté en discusión si la esencia paranormal es distinta al resto de todas las otras películas de esta índole o no. Honestamente puede que sí, pero tampoco es para destacarlo como un logro o mérito categórico, de hecho por el contrario. Si algo tenía de distinto para ofrecer, entonces fue desperdiciado completamente en idioteces ideológicas y falta de mano para el suspenso, para el terror, y especialmente para la osadía artística. Acá no se trasciende, acá se sigue la línea clásica del género y se mantiene el caminito correctamente, o sea, una película más, de las que no dejan nada, y se olvidan rápido.
Para aquellos que quieran ver el porqué del título, o algo más de la trama, lo sigo en spoilers. Aunque no creo que lo sean, es solo por si acaso.
Así entonces vamos a tener un historia usada incontables veces -y de mejor manera también- con los tópicos recurrentes y forzados: Matrimonio con hija (que apenas si infiere en la película) que se aleja de la ciudad y se va al campo a vivir en una casa de pasado oscuro y misterioso, y que les hará llevarse sorpresas paranormales.
Y hasta ahí si ya vieron alguna película de terror, o alguna película de suspenso, en su vida, sin importar cuales, ya sabrán más o menos como ser irán dando las cosas. Quizá, como algo diferente, esté en discusión si la esencia paranormal es distinta al resto de todas las otras películas de esta índole o no. Honestamente puede que sí, pero tampoco es para destacarlo como un logro o mérito categórico, de hecho por el contrario. Si algo tenía de distinto para ofrecer, entonces fue desperdiciado completamente en idioteces ideológicas y falta de mano para el suspenso, para el terror, y especialmente para la osadía artística. Acá no se trasciende, acá se sigue la línea clásica del género y se mantiene el caminito correctamente, o sea, una película más, de las que no dejan nada, y se olvidan rápido.
Para aquellos que quieran ver el porqué del título, o algo más de la trama, lo sigo en spoilers. Aunque no creo que lo sean, es solo por si acaso.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
¿Por que no creo que sean spoilers? Bueno, pues muy fácil, cualquiera que sepa más o menos como viene la agenda progre que está destruyendo por completo al cine, la industria, y las ceremonias, sabrá que de spoiler no hay nada, ya que de ante mano se imagina uno qué es lo que le van a querer meter en la cabeza. Y efectivamente, así es.
El malo, bien malo, no podía ser otro más que hombre blanco heterosexual, infaltable, como siempre. Con todos los requisitos, violento, controlador, celoso, infiel, soberbio, interesado, egocéntrico, egoísta, tonto, bruto, infantilmente agresivo, mediocre, etc. Y esto va también para el fantasma que lo ordenaba desde el más allá, el otro macho femicida. Ya que el que vengan matando hombres a mujeres viene desde generaciones atrás.
La mujer, obviamente es la gran víctima, ella, y las antecesoras. Presa de un matrimonio infeliz, reducida a la cocina y a lavar los platos ya que marido ni ayuda, infeliz, sufrida, sacrificada por el felicidad de su "hombre de la casa" (como se refiere en una ocasión).
La sororidad, desde luego, porque los hombres son malos, pero entre mujeres todas son super-amigas y se cuidan entre sí (en el mundo real se miran con odio si una se viste mejor que la otra, y se sonríen entre dientes, pero en la farsa progre son "no estás sola hermana"). Así que acá están todas muy unidas en carne y hueso y entre fantasmas también, agarrandose de la manito y apoyandosé. El fantasma de la dueña original, la amiga que hace en el pueblo (sí, esa que si lo pensamos un poco la podríamos definir como narcotraficante), o incluso la de la librería, que sin ninguna necesidad, y en un gesto poco profesional, le hace notar que su marido andaba en algo raro con la otra chica.
Además como olvidar esa visita a la reunión feminista de mujeres "fuertes e independientes" adonde llevan a la protagonista. Cuanta hermandad por doquier. Criterio no tanto, ya que la protagonista contrata a precio esclavo a un menor de edad para que le cuide la hija, y al otro para que arregle toda la casa, además de que también lo cornea a su esposo con el mismo. O la tercera en discordia, que valientemente se le planta al marido malo y termina con el amorío, casi como para que la aplaudamos, y se va heroicamente a caballo. Habría que decirle a esa chica que ya se estuvo dando de lo lindo con alguien que, previamente, le dijo que tenía esposa, y con quien hasta leyó a su hija parte de un cuento, así que por favor recuérdenle que se metió casi a destruir a una familia, pero hey, vamos, que también es víctima, y esas cosas no cuentan. El malo solamente es el otro.
Si preguntas por la cuota de color, no es tanto, solamente hace gala de un cargo alto e importante quien era su director en la universidad, o algo así, el que lo delata en el museo. Pero bueno, si querían a personas de color en altos cargos, ahí lo tienen.
Y si están preguntando por la cuota LGBT... obviamente también está, representada en el primo fallecido, y más especialmente en la mesa familiar donde se hace el chiste de que al padre le dolió más que sea gay a que haya fallecido, lo cual despierta totalmente la indignación de todos y cada uno de los miembros de la cena, horrorizados por tal chiste. Casi que faltaba que rompan la cuarta pared y miren al espectador, exigiéndole también una mirada reprobatoria.
Y por último dos apreciaciones pequeñas:
Primero, la chica es católica, y se denomina así misma de tal manera en una de las charlas, de manera absolutamente innecesaria (era más creíble que vaya a la panadería y diga "soy una católica que quiere comer pan"), pero claro, tenemos que demostrar que ella es católica, y miren como le va a la católica, es una sometida infeliz y su vida es miserable, no es ni fuerte ni libre.
Y lo segundo, la escena del feto (recordemos que Netflix es abortero, y de hecho si no apoyas el aborto, no filma en tus estados). una imagen particularmente deshumanizada, mostrando "una cosa", como para insinuar "esto no es un humano".
El malo, bien malo, no podía ser otro más que hombre blanco heterosexual, infaltable, como siempre. Con todos los requisitos, violento, controlador, celoso, infiel, soberbio, interesado, egocéntrico, egoísta, tonto, bruto, infantilmente agresivo, mediocre, etc. Y esto va también para el fantasma que lo ordenaba desde el más allá, el otro macho femicida. Ya que el que vengan matando hombres a mujeres viene desde generaciones atrás.
La mujer, obviamente es la gran víctima, ella, y las antecesoras. Presa de un matrimonio infeliz, reducida a la cocina y a lavar los platos ya que marido ni ayuda, infeliz, sufrida, sacrificada por el felicidad de su "hombre de la casa" (como se refiere en una ocasión).
La sororidad, desde luego, porque los hombres son malos, pero entre mujeres todas son super-amigas y se cuidan entre sí (en el mundo real se miran con odio si una se viste mejor que la otra, y se sonríen entre dientes, pero en la farsa progre son "no estás sola hermana"). Así que acá están todas muy unidas en carne y hueso y entre fantasmas también, agarrandose de la manito y apoyandosé. El fantasma de la dueña original, la amiga que hace en el pueblo (sí, esa que si lo pensamos un poco la podríamos definir como narcotraficante), o incluso la de la librería, que sin ninguna necesidad, y en un gesto poco profesional, le hace notar que su marido andaba en algo raro con la otra chica.
Además como olvidar esa visita a la reunión feminista de mujeres "fuertes e independientes" adonde llevan a la protagonista. Cuanta hermandad por doquier. Criterio no tanto, ya que la protagonista contrata a precio esclavo a un menor de edad para que le cuide la hija, y al otro para que arregle toda la casa, además de que también lo cornea a su esposo con el mismo. O la tercera en discordia, que valientemente se le planta al marido malo y termina con el amorío, casi como para que la aplaudamos, y se va heroicamente a caballo. Habría que decirle a esa chica que ya se estuvo dando de lo lindo con alguien que, previamente, le dijo que tenía esposa, y con quien hasta leyó a su hija parte de un cuento, así que por favor recuérdenle que se metió casi a destruir a una familia, pero hey, vamos, que también es víctima, y esas cosas no cuentan. El malo solamente es el otro.
Si preguntas por la cuota de color, no es tanto, solamente hace gala de un cargo alto e importante quien era su director en la universidad, o algo así, el que lo delata en el museo. Pero bueno, si querían a personas de color en altos cargos, ahí lo tienen.
Y si están preguntando por la cuota LGBT... obviamente también está, representada en el primo fallecido, y más especialmente en la mesa familiar donde se hace el chiste de que al padre le dolió más que sea gay a que haya fallecido, lo cual despierta totalmente la indignación de todos y cada uno de los miembros de la cena, horrorizados por tal chiste. Casi que faltaba que rompan la cuarta pared y miren al espectador, exigiéndole también una mirada reprobatoria.
Y por último dos apreciaciones pequeñas:
Primero, la chica es católica, y se denomina así misma de tal manera en una de las charlas, de manera absolutamente innecesaria (era más creíble que vaya a la panadería y diga "soy una católica que quiere comer pan"), pero claro, tenemos que demostrar que ella es católica, y miren como le va a la católica, es una sometida infeliz y su vida es miserable, no es ni fuerte ni libre.
Y lo segundo, la escena del feto (recordemos que Netflix es abortero, y de hecho si no apoyas el aborto, no filma en tus estados). una imagen particularmente deshumanizada, mostrando "una cosa", como para insinuar "esto no es un humano".