Quien vea este concert-film con la intención de compararlo (p.e.) con Gimmie Shelter...se equivoca. Aquí no están los "Hell Angeles", el espíritu inolvidable de los años 70, ni aquellos jóvenes músicos que avanzaban arrolladoramente sobre el mundo "produciendo cultura". Han pasado muchos años y se nota, no hay por qué negarlo. Sin embargo, es tanto lo que esta gente le ha dado al R&R, que aun con cierta e inevitable merma Los Rolling Stones no dejan de ser una leyenda viviente y un ejemplo de coherencia, identidad y permanencia en el mundo del espectáculo. Sumado a ello, la novedosa y atípica técnica cinematográfica del gran Martin Scorcese coadyuva a brindar una intensa experiencia musical al espectador. Y como si fuera poco, también invita a sacarse el sombrero ante unos "señores grandes" que no se avergüenzan de sus arrugas ni se han preocupado por querer lucir "rejuvenecidos" con liftings. No será "Gimmie Shelter", verdad. Pero a su manera, "Shine a Light" no es menos valiente que aquella. ¡Larga vida a Los Stones!