Simple. De hecho, su argumento podría reciclarse para una película porno. Sin embargo, el director apuesta por la belleza del erotismo y acierta por completo. Si se valora como película erótica, es una buena elección. Dulces sueños húmedos. Sensual, sugerente, realista, pausada. Sin embargo, visualmente hablando, es bastante más hermosa y elegante cuando se encuentran fuera de la cama que dentro de ella, porque la estética de los diferentes escenarios en los que transcurre su romance está muy cuidada, la calidad de imagen es preciosa. Además, los personajes nos transmiten ternura, inocencia. Aunque eso sí, apenas hay diálogo. Y lo poco que hay es realmente sencillo, cotidiano, banal (lo cual no sé si puede considerarse una crítica en esta experiencia onírica o una virtud). Las actuaciones no fueron óptimas, pero sí aceptables. Jeong Seong-hoon, simplemente adorable. Al final, incluso nos deja con buen sabor de boca.