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Argentina Argentina · Hija no reconocida de Madonna
Ketty Analfer D rating:
8
Drama A dark tale based on the true story of Aileen Wuornos, one of America's first female serial killers. Wuornos had a difficult and cruel childhood plagued by abuse and drug use in Michigan. She became a prostitute by the age of thirteen, the same year she became pregnant. She eventually moved to Florida where she began earning a living as a highway prostitute--servicing the desires of semi-truck drivers. The tale focuses on the nine month ... [+]
Language of the review:
  • es
August 31, 2023
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Tanto en el cine como en la realidad, las asesinas seriales mujeres son un hecho francamente peregrino, y cuando alguna aparece, en la realidad (no en el cine, obviamente), suelen tener más en común con personajes irreales, que no inverosímiles, como Beatrix Kiddo de "Kill Bill" (Quentin Tarantino, 2003) o la nena de "Hard candy" (David Slade, 2005) que con Hannibal Lecter de "El silencio de los inocentes" (Jonathan Demme, 1991) o Patrick Bateman de "American psycho" (Mary Harron, 2000). Se ve que esto de matar por puro gusto es otro privilegio masculino.

De acuerdo con "Monster", la motivación asesina de Aileen Wuornos estaba más asociada a un contexto «socio-económico-político-cultural» que con una patología psicológica (aunque algo de esto habría); y he allí lo interesante de la cuestión. Así, el film de Jenkins funciona mejor como una radiografía del «lado B» del «sueño americano» que como la disección de una mente perturbada. Las promesas de "la tierra de la libertad y las oportunidades", como se autodenominan los estadounidenses, se cumplen a expensas de personas como Wuornos que han sido desplazadas e ignoradas por un Estado ausente. Claro que no todos los pobres se vuelven asesinos seriales, pero allí está el segundo detalle: lo de Wuornos, según la película, no es fetichismo, ni siquiera es una asesina tan prolífica si uno la compara con Dahmer o Bundy, lo de esta señora tiene algo de necesidad y otro poco de venganza.

Es realmente muy raro encontrar un retrato de un asesino serial que sienta tanto amor (o compasión) por su protagonista. A esto contribuye una gran Charlize Theron en la, probablemente, mejor performance de su carrera, secundada por una interesante Christina Ricci, y la dirección de Jenkins que sostiene con equilibrio las irregularidades de su propio guion que acierta al concentrarse más en la relación romántica que en los crímenes pero descuida otras cosas.

A veces en su afán de comprimir la historia en menos de 120 minutos, el cine termina por podar en demasía los libretos, y esto es lo que parece ocurrir con el personaje de Ricci: Selby, una joven de familia devotamente católica de clase media que termina sentimentalmente involucrada con una prostituta. Por más joven e inocente que sea, resulta medio raro que crea que el "salario" de una prostituta da como para andar de gira, juerga y Disneyworld, allí hace falta alguna que otra escena extra que justifique estas actitudes y reacciones. Esos detalles de guion y alguna cosa más son los pequeños defectos que socavan mínimamente a este original y muy recomendable biopic.
Ketty Analfer D
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