No voy a defender el film pero sí me "sorprende" la paliza que le han dado los usuarios de la página ya que no la veo como una mierda infumable, particularmente si la comparo con la pretenciosa "911. Llamada mortal" estrenada este año y con similar argumento, creo que la de Bonito con menos pretensiones logra algo más sólido.

Lo mejor del film es el argumento que se desinfla muchísimo en ese giro final que ya me encargaré de fusilar más abajo. Pero dejando de lado esa necesidad que tienen los guionistas actuales de dar una vuelta de tuerca que termina por reventar el agujero, creo que la forma en que se va desarrollando la relación entre el secuestrador y la madre inestable es muy interesante, incluso las reacciones me resultan creíbles, las veces que ella intenta escapar, las "buenas" actitudes del ladrón no son desmedidas y el niño no molesta aunque algunos de sus diálogos sean algo raros (aunque todo es perdonable ya que se intenta dar la imagen de niño que maduró rápido a causa del divorcio de sus padres y la inestabilidad de la madre).

Las actuaciones son el otro punto fuerte de la cinta. La Bello es una actriz infravalorada que da muy bien la talla en cualquier protagónico y que es capaz de darle varios matices a su personaje, incluso en este film aunque el final no cuadre su actuación (exigida así por la trama) es brillante. Y a Dorff le siente muy bien el rol de malo, ya había hecho lo suyo en la primera entrega de "Blade" (Stephen Norrington, 1998) y se puede decir que su papel en "En un rincón del corazón" (Sofia Coppola, 2010) es bastante antagónico, pues en este film está muy bien, tiene momentos violentos y otros en los que casi se vuelve carismático.

Pero lamentablemente Bonito pertenece a la clase de directores que no saben dejar la cámara quieta. Abusa constantemente de los primeros planos como si fuera un documental intimista lo que le obliga a mover la cámara para mostrar las acciones porque la misma está tan cerca de las personas que si queremos ver lo que hacen sus manos la cámara tiene que moverse desde la cara hasta las manos y luego volver a la cara: un horror. Tiene planos que son interesantes, pero paradójicamente son aquellos con pinta más de videoclip que de otra cosa, unas cámaras puestas en un contrapicado sutil al ras de la carretera y pocas más.

Para terminar de cagar lo que pudo ser un buen thriller serie B, la dupla de guionistas no tiene peor idea que transformar a Bello en lo que un usuario de aquí llamó La Rambo Femenina. Después del episodio de la moneda de 50 centavos (divertido y critico, por cierto) el film debió terminar, pero esa persecución con posterior enfrentamiento donde la policía parece incompetente a más no poder, destroza todo. Y encima le ponen el epílogo bonachón donde le damos su merecido al ex de la prota, el tal Gary, que nunca pintó nada en la historia.