Dijo una vez un sabio, para algunos, como era Sigmund Freud que la novela más "redonda" que se había escrito era "Los Hermanos Karamázov" de Fiodor Dostoyevski; no porque fuera la mejor, ni las más emotiva, ni tan siquiera la que tiene un final más completo, simple y llanamente se refería a que todo en ella está perfectamente hilado, y a que la estructura narrativa es tan perfectamente lógica que nada sobre y nada puede añadirse.

Pues "The Godfather" es al cine lo que la anterior a la literatura. Es imposible atrapar a este film en un renuncio. No es el que más emociona, no es el que más brilla visualmente, ni tan siquiera tiene unos diálogos tremendamente magistrales (los hay mejores), pero todo está tan sumamente cuidado (y más para la época) que sus casi tres horas pasan en un suspiro.

Aunque, como bien digo, nada o casi nada abrume en este film, la mayoría de las cosas destacan notablemente para bien, empezando por las actuaciones. James Caan, Al Pacino, Diane Keaton,... están suficientemente bien en sus papeles para no dañar la trama, no destacan pero mantienen el tipo en una gran película, lo que no es sencillo. Y por encima de ellos hay dos que hacen verdaderas maravillas con sus personajes: Marlon Brando y Robert Duvall.
Cierto es que no vamos a descubrir a Brando en los 70, y que Duvall es santo de mi devoción, pero yo me quedaría con ellos dos para mostrar lo bien filmado que está este hito del cine.

Soberanamente imprescindible, y a los que les amenace el aburrimiento, que no decaigan, en "El Padrino" no lo hay.