Y es que después de una década y muchas recomendaciones de amigos, por fin he podido disfrutar de esta hilarante comedia que revitaliza el "slasher" más crudo y le da un giro de 180 grados hacia la comedia para ofrecernos (si bien no una cinta perfecta) una super divertida que entretiene con honestidad, carisma y cierto ingenio que la harán (sobre todo) ser recordada por su peculiar punto de partida que desencadenará carcajadas entre tanto cuerpo mutilado.

El guión escrito por Morgan Jurgenson y el mismo Eli Craig, (que la dirige) está pensado para que el espectador no se tome en serio desde el inicio, a pesar de que se lo representa casi como una "típica" cinta de asesinos seriales desde el primer fotograma, y es precisamente para mostrarnos de forma directa aquel viejo dicho de "las apariencias engañan" y cuya construcción de sus personajes parten de un "cliché", pero apenas un ligero cambio en los roles termina por cambiar en absoluto todas nuestras expectativas y por mas inverosímil que parezca, te convencen de lo contrario.

Sin duda esa increíble pareja formada por los carismáticos Tyler Labine y Alan Tudyk es inolvidable y son la pieza fundamental por la que todo funciona. Por ahí se dejan ver de soporte Katrina Bowden, Jesse Moss, Philip Granger, Brandon Jay McLaren, Christie Laing, Chelan Simmons, Travis Nelson, Alex Arsenault y Adam Beauchesne.

Muy divertida.