Te ha pasado a veces que después de levantarte para comenzar tu aparente "normal día de trabajo", parece que todo el mundo se ha puesto en tu contra y parece querer "joderte" justo ese preciso día, desde tu odioso vecino, pasando por el señor del autobús, siguiendo con tus insoportables compañeros de trabajo y ni que decir de tu horroroso jefe, que definitivamente él si que se ha propuesto joderte el día más allá de lo que habitualmente lo hace.

Pongámonos la mano en el corazón y reconozcamos que alguna vez (sino es a diario) casi toda persona ha pasado por este tipo de circunstancias, algo similar o incluso peor, en el que de seguro estuvimos (me incluyo) a milímetros de perder la cordura, quisimos llevarnos de "corbata" a alguno de ellos (especialmente el jefe), mandar literalmente todo (lo que se nos ponga al frente) a la mierda y solamente llegar a casa, abrazar a tus seres queridos y que por fin se terminé por fin ese maldito día.
Pues lo único que pasa por la mente de uno, en ese tipo de situación es hacer lo que hizo D-FENS, el protagonista de este soberbio film, lleno de verdad y ácida crítica (con dedicatoria incluida) hacia una sociedad (la nuestra) que se está destruyendo y pareciera que a ninguno de nosotros pareciera importarnos.

Espectacular cinta dirigida por el irregular Joel Schumacher, de la cual había escuchado un montón de comentarios y que gracias a un amigo al fin he podido disfrutar y de la cual me convenció sobremanera por algunos motivos específicos que voy a expresar a continuación, pero que en mi criterio muy personal está en la cumbre de toda su amplia y denostada filmografía y creo que no va a poder ser superada, al menos no por él mismo.

En primer lugar porque si se trató de contar una historia con fuerza y honestidad, pero al mismo tiempo con ira y control, aquí se lo hizo y sin llegar a la exageración o la gratuidad o peor aún el sin sentido. Brillante trabajo en la dirección, pero más brillante aún el guión escrito por un lúcido Ebbe Roe Smith, pues consigue que, lo que podría caer en el estereotipo, termina por erizarte la piel por la crudeza como es mostrado, o mejor dicho la forma correcta con la que fue escrito.

En segundo lugar por el excelente reparto protagónico, encabezado por un colosal Michael Douglas, metiéndose en la piel de Bill Foster, un tipo que al que le acaban de quitar el último "tornillo" de paciencia que le quedaba, y lo mejor es que la película recién está empezando. Inolvidable interpretación del hijo de una leyenda viva llamada Kirk Douglas.
Y le acompaña otro grande que sigue hasta la actualidad en plena forma y en activo, me refiero al gran Robert Duvall que en el film tratará de que la cosa no se ponga más fea de lo que ya se puso, porque como dice el mismo D-FENS, acaba de cruzar una "linea que ya no tiene retorno".

Del reparto, de golpe no puedo decir mayor cosa porque ante semejante "dúo dinámico" el resto esta solo apoyando nada más, destacaría mas bien algunas escenas de verdadera antología y que diré más abajo en el "spoiler".

James Newton Howard con las notas justas y notable como siempre la fotografía de Andrzej Bartkowiak.