Se establece en esta película una continua dialéctica entre dos mundos opuestos; el de la sensibilidad, las emociones, en definitiva la vida representado por Lisa y el de la dureza, el descreimiento representado por su amiga Marie .Van participando de este juego dialéctico el resto de los protagonistas de la película, e incluso también se puede ver esa dialéctica en las condiciones laborales a las que se enfrentan; los trabajos con contenido artístico que realiza Isa , contrasta con la falta de imaginación al trabajar de costurera en una fábrica.

En general me gustó la película, y no me arrepiento de haberla visto, pero me pareció una película un poco lenta, aunque tal vez ese ritmo fuera el necesario para cocinarse las emociones que esta película nos reserva, y efectivamente emociona. Los personajes me parecieron un poco arquetípicos y por lo tanto previsibles, por ejemplo en la aparición del niñato hijo de papa.
La excesiva carga moralizante que en mi opinión tiene esta película, hace que puedas predecir fácilmente su desenlace final, no podría ser otro.
Lo más meritorio de esta película son las interpretaciones de las dos protagonistas, son excepcionales y tremendamente creíbles.